Como hemos visto en anteriores artículos de nuestro blog, mucho han cambiado nuestras circunstancias en los últimos meses. Poco a poco vamos volviendo a la normalidad, sin embargo, algunos cambios desconocemos cuánto tiempo se quedarán entre nosotros. El ámbito doméstico ha pasado a centralizar buena parte de las actividades de alta exigencia que antes se desempeñaban en otros lugares. Donde antes se realizaban tan solo tareas domésticas, de ocio y descanso, ahora se trabaja, con misma o superior exigencia. En el caso de las familias la situación es mucho más complicada, pues a todo lo anterior se suma la organización y supervisión de horarios y tareas de los hijos. Esta sobrecarga tiene la lógica consecuencia de desgastar las relaciones familiares. Más aún en aquellas familias donde ya existían problemas de convivencia con los niños. Por ello queremos abordar algunas ideas que puedan servir para encauzar la situación y dar un respiro a las familias.
Poner normas claras
Las normas son clave para modular el comportamiento de los niños. Pero no solo eso. Además, la existencia de normas va a facilitar que todos los miembros de la unidad familiar tengan claro qué esperar de la convivencia. Algunas cuestiones para poner normas efectivas son:
- Especificar los comportamientos deseados y las condiciones en las que deben darse. Por ejemplo, el horario y zona de la casa en la que se puede permanecer. Cómo actuar si entra una llamada telefónica o si alguno de los padres está trabajando por videoconferencia.
- Establecer las consecuencias que se van a derivar tanto de su seguimiento como de su incumplimiento.
Organizar su ocio y tiempo libre
El ocio y tiempo libre es fundamental para el desarrollo personal, fomentar el bienestar y la autoestima. Tanto es así, que incluso es un derecho reconocido a nivel legal por la Constitución. Ahora bien, no todas las actividades que realicen en el tiempo libre los niños van a ser deseables. Un buen uso del tiempo libre fomenta el desarrollo personal de niños y adultos. Pero para ello se deben dar algunas condiciones: Que favorezca la creatividad, el pensamiento crítico, la experimentación… Esto va a dejar sin duda alguna fuera del tiempo de ocio el uso masivo de terminales móviles para la conexión a redes sociales. Algunas ideas para ayudar a desarrollar un ocio y tiempo libre saludable son:
- Restringir el tiempo que se pasa en redes sociales
- Animarles a compartir el contenido de lo que ven en internet para poder actuar de “filtro”. Con esto les ayudas a desarrollar un pensamiento crítico respecto a los contenidos que ven.
- Favorecer que experimenten con nuevas actividades que no conocían hasta el momento
- Que realicen algún tipo de actividad física, aunque sea de forma moderada.
Si quieres saber más acerca del ocio y los hobbies y los beneficios de hacer cosas distintas puedes leer nuestros artículos
Cuidar la comunicación
Es muy frecuente que cuando hay problemas en la convivencia que están enquistados, se acompañe de cierta sensación de frustración y desesperanza. Normalmente, a esto le sigue el uso de formas de comunicación agresivas, tales como levantar la voz, amenazar, descalificar… Lo que conduce a un círculo vicioso del que es posible salir cambiando la comunicación:
- Utiliza un tono tranquilo y conciliador. Busca un momento en que estés sereno para abordar los temas delicados.
- Utiliza comunicación positiva y productiva. Con esto nos referimos a que plantees las conversaciones en términos de búsqueda de soluciones y ganancias.
- Céntrate en una sola cosa que quieras cambiar y transmítela con claridad. Intentar abordar varias cuestiones a la vez solo facilitará la confusión y que nada se solucione.
- Pregunta por sus razones, ponte en su lugar.
- Intenta llegar a un acuerdo satisfactorio para todos.
La comunicación es un aspecto esencial en las relaciones con tus hijos. Si quieres saber más acerca de cómo influye en tus hijos, puedes leer nuestro artículo aquí:
Delegar en los niños aquellas actividades que pueden hacer solos
Muchos padres a la hora de educar a sus hijos tienden a estar muy pendientes y solícitos ante cualquier necesidad que les pueda surgir. Esta actitud que surge con el deseo de dar lo mejor como padres, tiene el efecto indeseado de favorecer la dependencia de los hijos y la sobrecarga de los padres. Actitudes como pedir ayuda por todo, buscar constantemente la aprobación y atención paterna son típicas en estos casos. Para animarte a delegar, te damos algunas sugerencias para que valores la situación:
- Plantéate si es urgente que lo atiendas o puede esperar. De este modo, si no es urgente permites que él solo se enfrente al problema.
- Piensa qué pasaría si no lo atiendes o haces tú. Es decir, ¿si no lo ayudas se pone en riesgo algo o alguien?
- Si delegas la tarea en ellos más allá de posibles consecuencias negativas, ¿puede tener alguna consecuencia positiva?
En CIPSIA Psicólogos somos expertos en trabajar con las dificultades que surgen en las familias. Si necesitas nuestra ayuda no dudes en contactarnos.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Maiana García