Hemos hablado en varias entradas
de nuestro blog acerca del refuerzo positivo. Normalmente este concepto lo
asociamos a la educación de los niños. Ya que suele verse muy fácil el poderoso
efecto que tiene sobre el comportamiento.
Pues bien, los efectos del
refuerzo positivo se dejan apreciar en multitud de conductas, de niños y mayores,
en nuestro día a día. Multitud de conductas exitosas que detectemos a nuestro
alrededor han sido establecidas a través del reforzamiento positivo. El uso del
refuerzo positivo será nuestro aliado siempre que queramos fomentar
comportamientos que son de nuestro interés.
¿Cómo cambia una relación en la
que hay refuerzo positivo?
El «bucle» del refuerzo positivo
Como decíamos, se mantendrán e incrementarán aquellas conductas que van seguidas de refuerzo. Pero aún mejor, cuando una conducta es reforzada sistemáticamente, otras conductas similares se verán también incrementadas. Aunque no hayan recibido refuerzo directamente. Esta es la razón por la que hay parejas que parecen incansables en la dedicación de la pareja, y que buscan continuamente la forma de sorprender y cuidar al otro.
Tu pareja, por imitación, adopta el mismo modelo de interacción. Aquí es cuando entra en juego la reciprocidad. Se produce una dinámica de intercambio de refuerzos positivos en la pareja que cambia el signo de la relación. De manera más sencilla, que cuides a tu pareja se va a traducir en que ella te cuide más.
Ayuda a ver a la otra persona de un modo más positivo
La pareja que proporciona refuerzos ve incrementado su atractivo. Por un proceso de condicionamiento, o asociación de estímulos, la pareja adquiere una valencia positiva del calibre del reforzador que proporciona. Al igual que una persona que suele proporcionar castigo o protagonizar discusiones evoca emociones negativas, la persona que proporciona refuerzos evoca emociones positivas.
De esta forma, cambia la predisposición a ser receptivo ante las peticiones, críticas y las comunicaciones que efectúa la pareja. En general, cuando la relación está establecida en términos de refuerzo positivo, cualquier conflicto o problema se afronta mejor y no supone una amenaza para la relación.
– Si quieres saber más acerca de la comunicación en pareja, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
– Si quieres saber sobre otras formas de cuidar tus relaciones de pareja, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
¿Cómo puedes utilizar el refuerzo
positivo en tu relación?

- Haz un listado de todos aquellos
comportamientos que valoras de tu pareja. Incluye desde los más
accesorios a los relevantes. No des nada por sentado, da igual si forman parte
de sus responsabilidades o de acuerdos previos. Prueba a imaginar cómo sería si
ciertos aspectos de la relación desaparecieran de tu vida. Si crees que
extrañarías algo, inclúyelo en el listado.
- Piensa qué haces tú que le agrade o le
podrían agradar. Esta tarea es muy interesante, porque permite que centres tu
atención en el efecto de lo que haces por tu pareja. Puede ser muy reforzante
apreciar tu influencia en su bienestar.
- Otra versión
del punto anterior es elaborar una lista de deseos con la pareja. Consiste
en preguntarle por aquellas cosas que le gustaría que hicieras por ella.
- Sorprende a tu pareja haciendo algo que te gusta.
Se trata de ir con los ojos muy abiertos y “a la caza” de aquellos
comportamientos dignos de ser reforzados.
¿Qué impide que algunas parejas
hagan uso de esta herramienta?
Más allá de términos técnicos, puede
parecer obvio que el uso del agradecimiento o la reciprocidad son aspectos
fundamentales para el desarrollo sano de la relación. Sin embargo, muchas
parejas no hacen uso de esta estrategia. Podemos identificar varias causas que
están bajo este mal hábito:
La creencia de que el amor es algo que nace y se mantiene solo. El amor “de verdad” dura eternamente.
Está muy
extendida la idea romántica de que el amor es algo que surge solo, entre dos
personas que están hechas la una para la otra. Y por ello, no es necesario
hacer nada para que el amor siga en pie.
Nada más lejos de la realidad, el sentimiento de amor surge como respuesta a los momentos que comparte la pareja. Cuando se comparte intimidad, aficiones, placer sexual, proyectos, etc., la relación se contagia de estas emociones. Dando como resultado que el sentimiento de amor en la pareja aparezca. De modo que, si quieres mantener los sentimientos que te unieron a tu pareja, es momento de tomar responsabilidad y empezar a actuar.
– Si quieres leer nuestro artículo sobre por qué el amor no es suficiente, pincha aquí
Dar “por sentado” lo que nos dan. Creer que en una relación hay una serie de deberes que ha de cumplir nuestra pareja.
Esta creencia tiene grandes repercusiones en la relación. Las relaciones gobernadas
por esta creencia son relaciones en las que hay muy bajo nivel de refuerzo
positivo. No solo brilla por su ausencia el agradecimiento, reconocimiento o
refuerzo, sino que se instala con mucha fuerza la exigencia.
El uso de estrategias coercitivas.
Este comportamiento es bastante frecuente en las parejas conflictivas. Los miembros
de la pareja se valen de la coacción mutua para obtener lo que desean del otro
miembro. De este modo, aunque aparentemente hay un intercambio de refuerzo,
este no es gratificante, puesto que se hace bajo presión.
Estas actitudes tienen un efecto
devastador sobre el cuidado de la relación de pareja. Por ello conviene
revisarlas y cambiar el modo en que se entiende la relación.
Si consideras que tu relación de pareja ha entrado en una dinámica negativa de la que no sabéis salir, no dudes en contactarnos. En Cipsia Psicólogos somos expertos en tratar este y otros problemas.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Maiana García