Una fobia es un miedo considerado patológico por su intensidad y por las consecuencias negativas que puede suponer al individuo que la padece. Se caracterizan por ser miedos irracionales y desproporcionados, sobre los que la persona no tiene ningún tipo de control, que interfieren en su vida y la limitan en algún aspecto concreto.
Existen numerosas fobias que las personas pueden experimentar. Algunas de ellas son muy conocidas, como la claustrofobia o miedo a los espacios cerrados, o la aerofobia o miedo a viajar en avión. Sin embargo, hay otras fobias que por lo general se desconocen. Uno de estos ejemplos es la filofobia.
Si quieres saber más acerca de las fobias más comunes, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí.
¿Qué es la filofobia?
Se conoce como filofobia al miedo irracional de amar o de enamorarse de alguien.
Se caracteriza por la evitación que manifiesta la persona que lo sufre a mantener una relación amorosa con otra persona. En los casos más extremos afecta no sólo a las relaciones de pareja, sino también a compañeros de trabajo, amigos o familiares, a cualquier tipo de relación afectiva que se pueda llegar a establecer. Esto puede llevar a la persona a experimentar sentimientos de soledad y a aislarse del resto del mundo.
Es necesario concretar que la filofobia no hace referencia al nerviosismo normal que puede aparecer en cualquier persona al empezar a conocer a una persona que le gusta. Se trata de un miedo intenso que lleva a la persona filofóbica a poner en marcha una serie de mecanismos de defensa.
Se piensa que entre las causas que pueden llegar a motivar este miedo se encuentran las siguientes:
– Miedo al rechazo.
– Miedo a una posible separación.
– Antigua relación que no ha sido superada.
Síntomas
Los síntomas aparecen cuando la persona filofóbica se encuentra cerca de otra persona por la que siente atracción física o que comienza a despertar en ella algún tipo de sentimiento de amor.
En esta situación pueden aparecer una serie de síntomas físicos. Entre estos síntomas estarían: falta de aire, sudores, ritmo cardíaco irregular, desórdenes gastrointestinales o ataques de pánico. El miedo es tan intenso que la reacción fisiológica es la misma que la que presentaría ante una situación de peligro. Es tal la ansiedad que les produce que buscan salir de esa situación lo más rápido posible para evitar la aparición de estos síntomas.
De este modo, nos encontramos ante personas que tienen miedo a establecer relaciones personales fuertes o que impliquen un gran compromiso. Crean una barrera ante la otra persona que les permite sentirse seguros, de tal forma que eviten una mayor aproximación que pueda llegar a generar una relación afectiva. Evitan mostrarse tal y como son y procuran hablar poco de sí mismas, de esta manera evitan también sentirse vulnerables.
Tratamiento
Ante la existencia de una fobia que nos impide desarrollar nuestra vida con normalidad, es necesaria la búsqueda de ayuda profesional que nos pueda aportar una serie de herramientas que posibiliten un cambio de la situación. En este aspecto, la terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser una de las más eficaces en cuanto al tratamiento de fobias.
Mediante este tratamiento, podremos disminuir el malestar que provoca la situación fóbica y las conductas de evitación. Aprenderemos a dejar atrás los pensamientos irracionales derivados de experiencias pasadas, y a evitar las expectativas futuras.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Beatriz Cerezo