Ya sabemos que la guerra entre la terapia farmacológica y la terapia psicológica viene de lejos. Cada vez son más los datos a favor de la terapia psicológica como primera opción en el tratamiento de la depresión. En el artículo de hoy explicamos por qué y también como ayuda el tratamiento combinado con antidepresivos a la recuperación de este trastorno.
Terapia psicológica en la depresión
La terapia psicológica juega un papel crucial en el tratamiento de la depresión, ya que ofrece un espacio seguro y confidencial donde las personas pueden explorar sus emociones, pensamientos y comportamientos, y aprender estrategias efectivas para manejar los síntomas y mejorar su bienestar general. A continuación, se describen algunas de las formas en que la terapia psicológica ayuda en el tratamiento de la depresión:
1. Identificación y modificación de patrones de pensamiento negativos:
- La terapia, especialmente la terapia cognitivo-conductual (TCC), ayuda a las personas a identificar y desafiar los patrones de pensamiento negativos y distorsionados que contribuyen a la depresión, como el pensamiento catastrófico, la generalización excesiva y la autocrítica.
- Al aprender a reconocer y modificar estos patrones de pensamiento desadaptativos.
Diferencias entre terapia farmacológica y psicológica.
2. Desarrollo de habilidades de afrontamiento:
- La terapia enseña a las personas habilidades de afrontamiento saludables para manejar el estrés, la ansiedad y otras emociones difíciles que pueden desencadenar o exacerbar la depresión.
3. Exploración y resolución de problemas subyacentes:
- La terapia ayuda a las personas a explorar y resolver problemas subyacentes que pueden estar contribuyendo a su depresión, como traumas pasados, conflictos interpersonales, problemas laborales o dificultades financieras.
4. Mejora de las relaciones interpersonales:
- La terapia puede ayudar a las personas a mejorar sus habilidades de comunicación y relaciones interpersonales, lo que puede reducir el aislamiento social y mejorar el apoyo emocional.
5. Promoción del autocuidado:
- La terapia anima a las personas a adoptar hábitos de autocuidado saludables, como dormir lo suficiente, comer una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y participar en actividades placenteras.
Dentro de la terapia psicológica, le terapia de activación conductual, es la terapia de elección. Esta terapia se basa, como su nombre indica, en que el individuo se active de alguna forma, ya sea haciendo cosas que ha dejado de hacer o establecer nuevos hábitos. Si el paciente no se activa de forma conductual para generar nuevos hábitos, es difícil que las ideas y planteamientos que se ponen en juego en sesión tengan resultado, ya que no romperá el ciclo de causalidad recíproca → Me veo mal → dejo de hacer cosas → me veo peor porque dejo de hacer cosas → hago menos cosas aún.
Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
¿Cómo intervenir con antidepresivos?
Los antidepresivos se han centrado normalmente en el reequilibrio de ciertos neurotransmisores para el tratamiento de la depresión. Actualmente se sabe que la principal ventaja es que los antidepresivos actúan sobre un factor de crecimiento neuronal, el BDNF. Este factor de crecimiento neuronal actúa como factor de crecimiento axonal, factor de supervivencia y modulador sináptico. Es importante en el mantenimiento y crecimiento de los circuitos neuronales. Dicho de otra forma, ayuda a que se generen nuevas conexiones neuronales, proceso esencial para la generación de hábitos.
Combinación de terapia psicológica y antidepresivos
Ahí es donde toma fuerza la combinación de antidepresivos y la terapia psicológica. Si la terapia psicológica cursa sobre generar nuevos hábitos de pensamiento y de comportamiento, mezclado con un antidepresivo que actúa sobre el BDNF, se presupone que la disminución de la sintomatología depresiva es más probable. Ahora bien, como hemos dicho más arriba, la administración de antidepresivos sin activación conductual no es igual de potente, ya que si se estimula el BDNF pero no se ejerce cambio conductual y reestructuración cognitiva, la persona puede notar cierto alivio en su sintomatología, pero a largo plazo, lo más probable es que vuelva a los patrones de comportamiento y pensamiento de siempre.
Artículo escrito por: Sergio Lozano, CIPSIA psicólogos.