¿Crees que eres inseguro? ¿Consideras que no crees lo suficiente en ti?
¿Tienes dificultades a la hora de aceptar retos personales ya que piensas que vas a fracasar? ¿Te cuesta mucho tomar decisiones y anticipas resultados negativos? ¿Eres demasiado influenciable por los demás?
Mejorar la autoestima es el primer paso para que estas preguntas dejen de agobiarte y puedas desarrollar tu potencial personal y tus recursos de cara a alcanzar las metas y proyectos que decidas emprender.
Potenciar tu autoestima es el mejor camino para tu crecimiento psicológico y mejora personal.
Tener una baja autoestima, asociada a una visión negativa de uno mismo, es un factor determinante para que aparezcan un gran número de problemas y trastornos psicológicos, como puedan ser:
- Fobias
- Depresión
- Problemas de pareja y celotípicos
- Déficits de autocontrol
- Tensión en las relaciones interpersonales y problemas de habilidades sociales
- Estrés
- Bajo rendimiento en el trabajo, académico
- Abuso de sustancias, adicciones
- Ansiedad
- Problemas de imagen corporal, problemas con la alimentación (anorexia, bulimia, etc.)
La relación es bastante clara, si poseemos una baja autoestima, viviremos mucho mas infelices, tendremos mas problemas en nuestras relaciones interpersonales y acumularemos ansiedad y resentimiento.
La importancia de la autoestima en el desarrollo personal de cualquier individuo ha sido apuntada por diferentes autores y estudios. Por dicha razón es de suma importancia trabajar directamente sobre ella, convirtiéndose un buen trabajo en el ámbito de la autoestima, en un factor protector del desarrollo psicológico.
¿Qué es la Autoestima?
Es el grado de confianza que una persona tiene en sí mismo, en sus cualidades.
Las teorías actuales sobre la autoestima suelen considerarla como actitud global o como conjunto de actitudes referidas a uno mismo, es decir, las pautas (en el pensar, sentir y actuar) que una persona tiende a conformar de sí misma.
Investigaciones recientes reflejan otro punto de vista no tenido en cuenta hasta ahora. Se ha demostrado que hay un tipo de personas que se autoevalúan de forma muy positiva, e incluso engrandan su figura, presentando graves problemas emocionales y conductuales, incluyendo el narcisismo, la violencia y las conductas antisociales, lo que ha llevado a plantear que la autoestima grandiosa o narcisista, basada en la autoimagen distorsionadamente positiva, es un problema tan necesitado de tratamiento como la autoestima excesivamente baja.
¿Es la autoestima algo estable o es un proceso cambiante?
Suele verse como una tendencia estable, como algo que se forma en la infancia y que no se modifica. Algo parecido a lo que podría ocurrir con los rasgos de personalidad.
También puede verse como un proceso cambiante, entendido como algo que se puede modificar en función de las nuevas experiencias o acontecimientos que vivimos, ya sean buenos como malos.
La realidad nos dice que las personas solemos tender a desarrollar cierto nivel de autoestima de forma estable y, por ello, podemos decir de alguien que tiene una autoestima alta o baja. La investigación muestra que la autoestima también esta influida por diferentes situaciones o experiencias que contribuyen a mejorarla o empeorarla. Dicho esto, es importante señalar que, por tanto, la autoestima tiende a la estabilidad y al cambio.
De la misma manera, la autoestima, tampoco se mantiene en las mismas proporciones en las distintas áreas de nuestra vida, es decir, podemos ser una persona muy segura en el ámbito laboral y sin embargo mostrar grandes inseguridades y carencias en el ámbito de la relación de pareja, o al contrario.
Tipos de autoestima
La teoría de la autodeterminación considera que existen dos tipos principales de autoestima: la contingente y la verdadera.
La autoestima verdadera es aquella que no es contingente, es decir, que no depende de la aprobación de los demás, de las propias virtudes, ni de los logros externos, sino que se experimenta como algo inherente e incondicional. Se caracteriza por:
- Surge como resultado de que la persona haya podido satisfacer sus necesidades básicas de autonomía, competencia y relaciones
- Quienes la poseen se ven a si mismos como valiosos y dignos de ser amados de forma incondicional
- Tiende a la estabilidad
- No necesita ser aprobada ni validada, sino que se experimenta como algo natural y no es motivo de preocupación
- Corresponde a la actitud positiva hacia uno mismo. Es típica de la persona que se conoce muy bien a sí misma y que funciona según sus criterios de valía personal.
Cómo mejorar la autoestima
Para mejorar la autoestima es fundamental trabajar sobre cuatro elementos que conforman la autoestima desde un punto de vista general. Aunque en la práctica están entremezclados, vamos a analizarlos de forma independiente:
Es lo que una persona piensa de sí misma, el concepto que se tiene de su persona, de la misma manera que se podría tener de cualquier otra. Esta concepción se verá reflejada en la manera que uno se trata así mismo; qué te dices, qué te exiges y cómo lo haces. Puedes autorreforzarte o despreciarte y no ver nada bueno en tu comportamiento. Puedes ponerte metas inalcanzables que luego te frustrarán, o metas cercanas y asequibles, que te animarán a seguir adelante.
Tiene que ver con lo que te gustas a tí mismo o a tí misma. La idea que tenemos de nuestro cuerpo, de nuestro físico. En este aspecto la sociedad tiende a lanzar mensajes demasiado peligrosos para una autoestima frágil. Las convenciones sociales a veces no perdonan y puedes quedar fuera de los patrones establecidos.
Es la forma que tienes de autorreforzarte, de animarte, de premiarte y de lanzarte mensajes positivos. El autorrefuerzo es como la gasolina que permite que el coche ande. Si no somos capaces de impulsar nuestro ánimo, va a ser muy difícil sortear las dificultades o cualquier camino que queramos emprender.
Es la confianza que tenemos en nosotros mismos, en nuestras habilidades, en nuestras capacidades. La convicción de que podemos alcanzar los resultados esperados es lo que termina por conformar la utoeficacia.