La Tecnoadicción

En la sociedad actual y cada vez más, la tecnología se ha ido haciendo imprescindible. La gente ya no concibe vivir el día a día sin ver la televisión, sin consultar su móvil en toda una mañana o sin disponer de internet. Se ha creado la Tecnoadicción.

A pesar de las muchas ventajas que estos servicios conllevan, como estar informado constantemente de lo que pasa en el mundo o poder consultar las cosas de un modo inmediato.

Por otra el uso de estos aparatos electrónicos conlleva  a su vez inconvenientes, tales como la pérdida de tiempo, el aislamiento social, el déficit de habilidades sociales, etc.

El término tecnoadicción se utiliza para denominar la adicción a los aparatos electrónicos. Se puede tener adicción a la televisión, al ordenador, al móvil, a las consolas, etc. Para poder hablar de adicción, se tienen que manifestar ciertos síntomas:

  • Exceso de tiempo dedicado al aparato electrónico y pérdida de control sobre la conducta: usar el aparato más tiempo del pretendido y descontrol del tiempo cuando se está haciendo uso de este.
  • Tolerancia: necesidad de ampliar el tiempo que está usando con el aparato, llegando a suprimir conductas o hábitos básicos para destinar este tiempo a la tecnología. Ejemplo: reducir las actividades sociales para estar con el móvil, no comer o comer de modo intermitente cuando se está inmerso en el ordenador, o no salir de casa en un día porque se está jugando a la consola.
  • Abstinencia: sensación de malestar contingente a la disminución o cese de la conducta adictiva. Cuando no se puede usar el móvil, u ordenador, se tiene una sensación de que falta algo, se tiene la necesidad de utilizar dicho aparato. Esta abstinencia cada vez será más frecuente y tardará menos en aparecer cuando no se hace la conducta adictiva.
tecnoadicción

¿Os habéis sorprendido alguna vez mirando el móvil dos o tres veces muy seguidas a la espera de recibir algún whattsapp de alguien? Esto sería una conducta compulsiva y repetitiva típica de la adicción que muchas personas tienen al móvil. Cuando de repente te dejas el móvil en casa, ¿qué pasa? Sientes malestar, inquietud, intranquilidad, y taquicardias. Te quedas bloqueado. Piensas que no sabes cómo vas a afrontar ese día sin tu móvil. Estos comportamientos son típicos de una persona adicta. Es por eso, que a menudo revisamos una y otra vez que hayamos cogido el móvil al salir de casa al igual que haría una persona fumadora con su paquete y encendedor.

  • Dependencia psicológica: necesidad de aumentar el tiempo que se emplea en la utilización del aparato, y/o para disminuir la abstinencia o malestar que genera el no utilizar el aparato.

Actualmente la gente en el metro ya no lee libros, no piensa en sus cosas, cada vez más personas tienen la necesidad de pasar sus tiempos muertos con el móvil o los juegos de este. Incluso hay personas que hablan con gente mediante el whatsapp cada vez que se encuentran con algo de tiempo (el efecto whatsapp).

En la última revisión hecho del sistema de clasificación diagnostica DSM-5 modifica el antiguo apartado de “trastornos relacionados con substancias” denominándolo en la actualidad “adicciones y trastornos relacionados con substancias”. Englobando de este modo todos estos trastornos de control de impulsos como la adicción al móvil y al internet.

La adicción es una pérdida de control sobre la conducta en cuestión y a la vez genera una pérdida de interés en otras actividades que en el pasado nos resultaban gratificantes. Cada vez son más las personas que se habitúan a depender de aparatos electrónicos sin reconocer que tienen un problema o que necesitan ayuda psicológica. Si este es tu caso o conoces a alguien que sufra este cuadro, CIPSIA psicólogos te recomienda:

  1. Fijar metas y establecer horarios. Intentar espaciar los tiempos de uso de estos aparatos. 
  2. Establecer ciertos tiempos “libres de aparatos”, teniendo un control voluntario y consciente de cuando se hace uso del aparato y cuando no.
  3. Recuperar las conductas que antes nos resultaban gratificantes y que hemos dejado de hacer, intentando disfrutar otra vez de ellas.
  4. Programar ciertos hábitos incompatibles con la conducta adictiva, que con el tiempo y la práctica se harán de forma automática. Ejemplo: no usar el móvil cuando se queda con alguien, cuando se come o cuando se estudia.
  5. Hacer un esfuerzo para disfrutar de tu tiempo social, o del tiempo con tu pareja. La práctica de relaciones sociales y el aumento de estas ayudan a desarrollar unas buenas habilidades sociales y una alta autoestima. Si les dedicamos cada vez menos tiempo a estas interacciones perderemos o no fomentaremos estas fortalezas básicas.
  6. Practicar y potenciar frente a nuestros hijos o amigos formas de ocio más saludables como leer, escuchar música, hacer deporte, etc.

Artículo escrito por Psicologos Madrid Cipsia Psicólogos: Anna Cadafalch

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