Efectos del estrés en el cerebro

Como ya hemos comentado en otros artículos, el estrés es una respuesta que damos ante las diferentes demandas del entorno. Sabemos que este genera procesos de ansiedad, agotamiento, fatiga, etc. Pero en el artículo de hoy, nos centraremos en describir los efectos del estrés en el cerebro.

Efectos del estrés en el cerebro

Cuando se da una respuesta de estrés, la principal hormona que se libera es el cortisol, aunque se liberan muchas otras. Este actúa produciendo un aumento de energía para preparar al organismo para una respuesta ante una situación amenazante. A la vez que se aumenta esta energía, se ralentizan otros sistemas como el inmunitario, el digestivo o la respuesta sexual. Todo esto se da como un puro método de supervivencia “¿Para qué necesitamos todo lo anterior ante un estímulo o situación amenazante concretos?” (eso es lo que imagino que se pregunta nuestro organismo en estas situaciones).

Pero más allá, también se generan cambiaos en las estructuras y funciones cerebrales. Se sabe que las principales alteraciones surgen en las siguientes áreas cerebrales:

  • Corteza prefrontal: este se ve inhibida ante el estrés crónico. Esta área se encarga da la planificación, supervisión, toma de decisiones y demás funciones superiores. Al verse inhibida nuestro rendimiento cognitivo y general empeora.
  • Amígdala: la alteración en esta área dificulta bastante la regulación emocional. De hecho, se suele dar procesos de espirales emocionales en la que la amígdala se activa cada vez más, deteriorando gravemente la comprensión emocional de la persona.
  • Hipocampo: Se ven alterados los procesos de memoria y aprendizaje mediante la alteración de esta área.

Por hacer un resumen de todo esto, cabe explicar, que el estrés sostenido bloquea todos los procesos y funciones normales de las áreas descritas. Esto hace que cada vez nos sintamos más fatigados y disfuncionales. Estas sensaciones no hacen fijar el foco en este malestar haciendo que se libere cada vez más cortisol, lo que finalmente alterará más estas áreas. Es decir, se genera un bucle del que es muy difícil salir.

¿Qué ocurre cuando paramos?

Muchas veces estamos deseosos de que un momento de estrés sostenido laboral, familiar o académico llegue a su fin, pensando que cuando paremos estaremos mejor. En realidad, cuando paramos, los niveles de cortisol siguen por las nubes durante un largo periodo de tiempo y esto sigue influyendo en nuestro bienestar (digestivo, inmunitario, mental, etc.).

¿Cómo afrontar el estrés?

Es por eso que es esencial retomar o crear hábitos de vida saludables y gratificantes. Para ello los consejos que podemos seguir son los siguientes:

  • Mantén una buena higiene del sueño. Durante el sueño se eliminan sustancias nocivas a nivel cerebral generadas durante el día. Además, se consolidan todos los procesos cerebrales desarrollados.
  • Durante el día, intenta sacar un hueco para ti lejos de aparatos tecnológicos. Todo lo relacionado con pantallas, sobre todo de noche, inhiben la liberación de hormonas que regulan los ritmos circadianos y hacen que el cerebro se mantenga conectado continuamente.
  • Intenta buscar tiempos para el desarrollo de actividades gratificantes. Estas son las que hacen que tu tiempo pase como si nada y dan vigor a tu salud mental.
  • Intenta mantener unos buenos hábitos alimenticios.
  • Intenta afrontar los eventos estresantes con la mayor flexibilidad cognitiva posible.

¿Qué es la flexibilidad cognitiva?

Todos estos consejos no son la solución final, pero seguro que te ayudan a estar mejor ante los eventos estresantes ineludibles de la vida (trabajo, familia, estudios, relaciones sociales…).

Artículo escrito por: Sergio Lozano.