Después de las vacaciones de Navidad, es habitual que la vuelta al trabajo se nos haga un poco más “cuesta arriba” de lo habitual. De hecho dentro de los problemas en el trabajo, hay un problema psicológico que se conoce como síndrome Post-vacacional que se produce por las dificultades en la adaptación a la rutina. Sin embargo, sin llegar a la situación del síndrome postvacacional, algunas personas o bien por sus características personales o bien por las características del puesto de trabajo, trabajan con un gran nivel de estrés. Por ello, en el artículo de hoy hablaremos sobre el estrés y explicaremos algunas estrategias para poder trabajar sin estrés.
¿Qué es el estrés?
El estrés se define como una reacción psicofisiológica de alerta de nuestro organismo como respuesta a determinadas situaciones o estímulos durante un tiempo prolongado. Esta respuesta psicofisiológica nos permite prepararnos física y mentalmente para actuar ante la demanda de esta situación. Sin embargo, cuando esta respuesta y reacción de alerta se mantiene durante un periodo más prolongado de lo necesario causa diversos problemas físicos y emocionales. Normalmente, por lo que hemos comentado se considera que existen dos tipos de estrés:
- Eustrés o estrés positivo: el eustrés es aquel estrés o respuesta de alarma que nos prepara para la acción ante un evento o estímulo con una duración prolongada, pero durante un corto periodo de tiempo. Por ejemplo, ante la entrega de un informe importante. Este estrés es positivo ya que nos permite resolver una situación que requiere un esfuerzo extra, pero que tiene un final concreto.
- Distrés o estrés negativo: el distrés sería aquel estrés que se produce ante una situación o un estímulo que generan alarma y para el que nuestro organismo necesita prepararse para resolver. Sin embargo, al contrario que con el eustrés, esta situación de alarma se mantiene durante un tiempo prolongado y sin un final concreto, produciendo diversos daños físicos o mentales. Entre las consecuencias más importantes se encuentran: problemas de irritabilidad, agresividad, fatiga, problemas estomacales, problemas de depresión, problemas de autoestima, etc.
6 estrategias para trabajar sin estrés
Ahora que ya sabemos qué es el estrés y que diferenciamos de aquél estrés que puede resultar positivo y aquél estrés que resulta nocivo para nuestra salud física y emocional, vamos a explicar algunas estrategias que nos ayudarán a combatir ese segundo tipo de estrés. Es decir, vamos a ver algunas estrategias para aprender a trabajar sin estrés.
Relájate
La primera estrategia que tenemos que poner en marcha para trabajar sin estrés es la de emplear alguna técnica de relajación. El estrés, al igual que el resto de problemas de ansiedad, se caracteriza por la presencia de un nivel de activación elevado que a largo plazo genera cansancio y malestar. Por lo tanto, aprender a reducir este nivel de activación va a ayudarnos a estar más tranquilos y a poder llevar el trabajo de una forma más calmada y que nos va a fatigar menos.
Evita pensamientos negativos y anticipatorios
La segunda estrategia que nos va a ayudar a reducir nuestro estrés, se enmarca en los pensamientos. Los pensamientos negativos, y concretamente los pensamientos anticipatorios son muy comunes cuando se está estresado. Estos pensamientos generan mucha ansiedad, frustración y emociones negativas, empeorando la situación. Por lo tanto, si evitamos su aparición vamos a disminuir nuestras emociones negativas y nuestro estrés. Una buena estrategia es darnos una señal de alarma ante la aparición de alguno de estos pensamientos y realizar una tarea distractora.
Aprende de los errores, pero no los magnifiques
Una de las cosas que más genera distrés en el día a día es la forma en que nos tomamos nuestros errores. Si ante una equivocación cuestionamos nuestra valía y no tenemos en cuenta los logros que sí hemos conseguido, nos vamos a frustrar. Por ello, es importante tomarse los errores como una forma de aprendizaje y de forma realista, sin magnificar su importancia. Además, es muy importante que reconozcamos nuestros méritos y las cosas que hacemos bien, ya que nos va hacernos sentir bien y a motivar.
Prioriza tareas y simplifica
Otra estrategia que nos va a ayudar a trabajar sin estrés es simplificar las tareas y priorizarlas. En muchas ocasiones sin darnos cuenta, hacemos las tareas y actividades de una forma compleja que podría simplificarse y nos ahorraría tiempo. Por lo que si simplificamos en la medida de lo posible las tareas que tenemos que realizar, vamos a disponer de mayor tiempo y podremos ir a un ritmo más sosegado. Por otro lado, las tareas que tenemos que realizar no siempre tienen la misma importancia. Si realizamos primero aquellas más importantes o más urgentes vamos a ir más tranquilos y a tener menos estrés.
Cuando termine tu jornada laboral, desconecta
Por último, la sexta estrategia para aprender a trabajar sin estrés es la desconexión. Las personas que tienen más estrés tienen la tendencia a no desconectar del trabajo en su tiempo libre, ocasionándoles mayor fatiga y una bajada de rendimiento. Por ello, es importante que descansemos y desconectemos del trabajo ya que nos va a permitir encontrarnos mejor y rendir más.
– Si quieres saber más sobre por qué algunas personas no saben cómo desconectar del trabajo, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Sara Catalán
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