Cómo nos afecta nuestro estilo de vida

En otros artículos ya hemos comentado que el ritmo de vida, sobre todo en los países industrializados, nos afecta tanto a nivel físico como psicológico. Pero en el artículo de hoy profundizaremos cómo nos afecta psicológicamente nuestro estilo de vida.

Presión psicológica debida a un estilo de vida acelerado

El estilo de vida occidental, hace que no podamos centrarnos en el aquí y ahora. Seguro que si te preguntamos cuál es tu plan para esta semana, tu respuesta estaría relacionada con algún evento del fin de semana que tienes planeado, dejando escapar toda una semana de posibilidades y disfrute. Este efecto de descentralización y de vivir constantemente en el futuro, genera más malestar que otra cosa.

Cuando no estamos centrados en el momento presente, somos incapaces de poder reflexionar sobre nosotros mismos, dando por malas las emociones negativas debidas al estrés, las cuales simplemente son señales de nuestro organismo que nos avisan de que necesitamos regularnos.

Este estilo de vida tan acelerado, conllevan estados de estrés y ansiedad que derivan en problemas más importantes. A continuación, exponemos algunos de ellos:

  • Problemas de conciliación: Los problemas de poder atender a todas las demandas de este estilo de vida, sumada a la baja capacidad de conciliarlo con tiempo de calidad para la familia y para uno mismo, hacen que este sea uno de los problemas que mayor carga psicológica demandan. De él pueden derivar problemas mayores como depresión o síndrome de burnout.
  • Alta exigencia y competitividad: cada vez vivimos en un mundo en el que por suerte es más fácil acceder a estudios y formación. Pero junto a esto va de la mano la presión psicológica por tener que siempre el mejor, mensaje que nos inculcan desde pequeños. Esto, junto a algunos rasgos de personalidad, puede desencadenar trastornos graves relacionados con la ansiedad o estrés.
  • Dificultad para desconectar del trabajo: en esta era digital, todo, incluso el trabajo, está al alcance de cualquiera simplemente con desbloquear el móvil. En cierto modo es una gran ventaja, pero el poder estar «enganchado´´ al trabajo en cualquier momento, junto con el ritmo de vida tan exigente, nos limita nuestro tiempo de ocio y descanso psicológico.
  • Sedentarismo: es parte, casi inseparable, de la mayoría de los trabajos que se desarrollan a día de hoy. La falta de ejercicio, las dietas hipercalóricas, el teletrabajo, etc. Son factores de riesgo para la salud física y psicológica.
  • Dificultad para socializar: esto está ligado a todo lo anterior. El poder trabajar desde casa y la alta exigencia que percibimos del entorno, nos limita nuestro tiempo de ocio y de socialización, manteniéndonos conectados en momento que deberían ser solo para nosotros. Cada vez hay una diferenciación menos clara entre la vida laboral y personal.

 

Hablamos más acerca del síndrome de burnout en este artículo.

Algunos consejos

En este estilo de vida, es necesario desconectar. No tenemos porqué restringir esta desconexión solo a los fines de semana o vacaciones. A diario podemos cultivar algunas costumbres para hacer nuestra vida más saludable física y psicológicamente. A continuación, te aconsejamos algunas:

  • Mantén una dieta equilibrada, intentando ajustar tu ingesta a tus necesidades, pero «sin volvernos locos´´, buscamos salud, no un estereotipo corporal (que a veces no es sinónimo de salud).
  • Haz ejercicio moderado (30 min) una vez al día. Si no estás acostumbrado/a empieza poco a poco (2 días por semana) incluyendo cada vez más días de ejercicio.
  • Practicar ejercicios de respiración y mindfulness, centrándonos en el aquí y ahora, dando paso al flujo de emociones sin evaluarlas, solo aceptado cada una de ellas.
  • Dedica tiempo de calidad a estar con tu familia y amigos.
  • Desconecta el móvil cuando acabe tu horario laboral.

Aprende más sobre el aquí y ahora.

Artículo escrito por: Sergio García.