Aunque cada pareja es única y diferente existen una serie de problemas recurrentes por los que una pareja acude a pedir ayuda a un psicólogo. Entre todos ellos los más recurrentes suelen ser:
- Discusiones frecuentes: cuando surgen conflictos graves o las discusiones son constantes, es necesario aprender a resolverlos y evitarlos. Para ello, es preciso de la ayuda del psicólogo que servirá de guía en el proceso de aprendizaje y podrá gestionar todas las dudas y dificultades.
- Problemas de comunicación y habilidades sociales: cuando la comunicación en la pareja no es eficaz o ésta es negativa, puede conllevar la aparición de conflictos y el empeoramiento de la relación de pareja, ocasionando sufrimiento para ambos. El entrenamiento en comunicación se hace entonces imprescindible para mejorar la situación.
- Dificultad para llegar a acuerdos (asertividad): es normal que en las parejas no compartan la misma opinión en algunos temas, el problema estaría cuando esta falta de acuerdos está produciendo conflictos y sufrimiento en la pareja y les impide llevar una vida normal. Por lo tanto, es importante que la pareja aprenda a gestionar estos desacuerdos adecuadamente y habilidades que les permita negociar y pactar de una forma satisfactoria.
- Falta de afecto o cuidados: muchas parejas aquejan de la falta de afecto en su relación de pareja, es normal que esto suceda cuando la pareja lleva mucho tiempo junta y la dinámica entre ellos haya cambiado. Por ello, es necesario trabajar para instaurar de nuevo una dinámica afectiva y cambiar los hábitos de la pareja.
- Infidelidad: el descubrimiento de infidelidades en la pareja es una de las causas más habituales de ruptura, ya que genera desequilibrios y conflictos en la pareja, además del sufrimiento que ocasiona en ambos miembros. Cuando esto sucede es necesario la ayuda de un profesional para hacer frente a esta situación de manera imparcial y buscando la mejoría de ambos.
- Celos: actualmente los celos son un problema común en las parejas y pueden tener consecuencias muy negativas en la dinámica de la pareja siendo el origen de conflictos y discusiones. Por lo tanto cuando nos encontremos con esta situación va a ser necesario trabajar las causas de los celos y aprender a gestionarlos adecuadamente.
- Falta de ilusión a la hora de estar juntos: cuando una pareja lleva mucho tiempo junta, es normal que se produzcan este tipo de problemas. Cuando estos sucede es importante que se tome con naturalidad y que se acuda a un profesional que ayude a la pareja a trabajar para recuperar esta ilusión, mejorando toda la dinámica de la pareja.
- Falta de deseo o problemas sexuales: los problemas en el área sexual pueden tener una gran influencia en las relaciones sentimentales, ya que son una parte importante de éstas. Por lo tanto, la existencia de estos problemas puede ocasionar una fuente de conflictos en la pareja que hay que trabajar de manera específica.
Para hacer frente a todos ellos será importante entrenar en habilidades sociales para una buena comunicación, empatía y aceptación.
En ocasiones la pareja ya ha tomado una decisión de ruptura de la relación. La ruptura de una relación sentimental es una situación que genera mucho malestar y sufrimiento, aunque se haya decidido de mutuo acuerdo. Es bastante común que las personas tras una ruptura pasen por un periodo en el que se encuentren más decaídas o incluso desarrollen problemas psicológicos como depresión. Por lo que es normal que las personas necesiten de ayuda psicológica para guiarles y acompañarles en este proceso y para trabajar los posibles problemas que surjan a raíz de esta ruptura.
Además, tras una relación sentimental las personas tienen que volver a acostumbrarse a la vida sin su pareja y a establecer e instaurar nuevos hábitos, ya que se pueden perder todas aquellas actividades y afectos que antes se compartían con esa persona. Por eso es importante que desde terapia se gestione ese proceso de adaptación a la nueva situación que va a permitir no sólo llevar de la mejor manera posible la separación, sino también evitar futuros problemas psicológico.