La psicología del heroísmo

A menudo, las historias de héroes/heroínas tocan una fibra sensible del corazón. Nos llenan de admiración y nos hacen reconsiderar nuestra visión del mundo.

Es algo que se valora profundamente en todas las culturas. Sólo hace falta ver la plétora de películas de superhéroes en estos días. Pero ¿cómo definimos exactamente a un héroe? ¿Qué es lo que inspira a algunas personas a emprender acciones heroicas frente a un gran peligro?

¿Qué es el heroísmo?

Cuando se piensa en el heroísmo, hay muchas formas de llevarlo a cabo. En un tiroteo de 2012 en un templo sij, un hombre murió tratando de desarmar al tirador. Mientras, otro sufrió heridas graves mientras intentaba ayudar.

En 2007, 75 personas en una estación de metro vieron cómo un joven sufría un ataque y caía a las vías del metro. Los espectadores miraron con horror, pero no hicieron nada. Un hombre, entregando a sus dos hijas pequeñas a un extraño, saltó a las vías. Cuando se dio cuenta de que no había tiempo para moverlo, lo sujetó entre las vías mientras un tren pasaba por encima.

Los que sobreviven, cuando se les pregunta, afirman que no hicieron nada espectacular. Sólo vieron a alguien que necesitaba ayuda e hicieron lo que sentían que era correcto.

Según el Heroic Imagination Project (HIP), una organización sin fines de lucro que se enfoca en enseñar a las personas a convertirse en héroes en su vida cotidiana, el heroísmo implica un comportamiento o acción en nombre de otra persona o por una causa moral.

Características del heroísmo

Hay muchas formas de definir las características del heroísmo.

A menudo desglosan el heroísmo por tipos o grados de riesgo personal y sacrificio involucrados. Algunos involucran grandes actos, como poner en peligro la vida, mientras que otros son actos cotidianos más pequeños, diseñados para ayudar a otro ser humano.

Pero, en general, el heroísmo es sobrio, muy poco dramático. No es el impulso de superar a los demás a cualquier precio, sino el impulso de servir a los demás a cualquier precio.

La clave del heroísmo es la preocupación por personas necesitadas o por defender una causa moral. Aun sabiendo que existe un riesgo personal y sin esperar recompensa. Por eso los héroes son percibidos como altamente morales, altamente competentes o ambas.

Más específicamente, se cree que los héroes poseen Ocho Rasgos de personalidad particulares. Se caracterizan porque se mantienen en situaciones donde el instinto auto protector tiende a sobreponerse. Son: inteligencia, fuerza, resistencia, altruismo, solidaridad, carisma, confiabilidad y capacidad de inspiración. Aunque sería adecuado añadir la valentía, el instinto de protección, la decisión y la capacidad de auto sacrificio.

¿Cómo definen el heroísmo los psicólogos?

El psicólogo Frank Farley hace una distinción entre lo que él llama heroísmo de «gran H» y «heroísmo de pequeño h». El heroísmo de Big H implica un riesgo potencialmente grande, como resultar herido, ir a la cárcel o incluso la muerte. El pequeño heroísmo, por otro lado, involucra cosas que muchos de nosotros hacemos todos los días; ayudando a alguien.

Philip Zimbardo es probablemente el psicólogo vivo más famoso del mundo. Construyó su carrera sobre el estudio del mal: en 1971 dirigió el famoso Experimento de la prisión de Stanford, donde los estudiantes fueron encarcelados y divididos como prisioneros o guardias al azar. A los pocos días, los «guardias» estaban humillando a sus «prisioneros».

Ese experimento y otros convencieron a Zimbardo de que la gente común podría verse empujada a cometer actos malvados si se la coloca en situaciones horribles. Su último trabajo le da la vuelta a ese principio y pregunta: ¿cómo se puede hacer que la gente normal se comporte heroicamente?

Por heroísmo, no se refiere al altruismo, sino al riesgo de la propia seguridad o estatus, a veces por un ideal. Zimbardo habla de la «banalidad del heroísmo», una clara inversión de la observación de Hannah Arendt de que el nazi Adolf Eichman demostró «la banalidad del mal», y señala que los científicos sociales han investigado mucho sobre el mal, pero casi nada sobre el heroísmo.

Matt Langdon, que trabaja con Zimbardo, dice que lo opuesto a un héroe no es un villano, es un espectador.

Curiosidades

  • También son interesantes otras sugerencias presentadas por expertos. Como el libro de Scott T. Allison y George R. Goethals «Nuestra definición de ‘héroe’»; o el de Elaine L. Kinsella, Timothy D. Ritchie y Eric R. Igou, «Concentración en los héroes: un análisis prototipo de las características de los héroes».
  • Los héroes son personajes míticos o históricos (Aquiles o Gandhi) o son sobrehumanos (Spider-Man). Lo que no son es uno de nosotros. Nuestra época tiende a modelos a seguir en forma de celebridades, pero en general no hay lugar para héroes.