En el artículo de hoy, no queremos ni mucho menos decir que tenemos un problema como sociedad ni a nivel persona. Este es escrito para dar espacio a la reflexión sobre por qué hacemos las cosas y qué consecuencias puede tener el hedonismo y la sociedad actual
¿Qué es el hedonismo?
Este término es definido con la identificación del bien con el placer, especialmente son el sensorial e inmediato.
El placer a diferencia de la gratificación o “flow”, es dependiente del estímulo que lo genera. Si nos paramos detenidamente a pensar sobre lo que nos rodea podríamos hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Consideras que vivimos sobreestimulados? Intenta responder a esto haciendo una media de cuantas horas al día dedicas al día en las redes sociales.
- ¿Consideras que tienes espacio diario para la reflexión y compresión emocional propia?
- ¿Cuántas horas libres para hacer lo que te gusta tienes para ti en tu día de libranza?
Descubre el lado opuesto del hedonismo: «La anhedonia».
Quizá las respuestas a estas preguntas no son lo que esperabas. Considera que no es nada malo, sino modificable. Es casi imposible no caer en la trampa hedonista de esta sociedad que nos bombardea con información para obtener placer.
Por otro lado, las principales consecuencias de esto es que en ausencia de los estímulos que generan ese placer, solemos encontrar un vacío que intentamos llenar con otro estímulo placentero. Es por así decirlo, como una relación de adicción con esos estímulos.
Importancia de la regulación emocional
Las personas que no están bien reguladas emocionalmente, que no han llegado a conocerse nunca, que no tienen objetivo o metas claras, suelen ser las que más placer consumen. Mostrando a veces una vida ideal, que puede estar muy distanciada de su mundo interior.
Esto sucede por la relación que tienen con el placer, el cual ya no es solo la obtención de un refuerzo positivo, sino el alivio del malestar generado por la sensación de incertidumbre de no conocer sus emociones.
Por esto en CIPSIA os invitamos a:
- Generar espacios de reflexión emocional. Deja tiempo libre para conocerte mejor. Las emociones negativas no son malas, solo nos dan información de lo que necesitamos.
- Escucha a tu cuerpo. Las señales fisiológicas son muy importantes. A veces hacer o tener más no es lo mejor.
- Encuentra objetivos o metas que generen alta motivación.
- Establece hábitos saludables en relación a lo que haces. Vive el proceso sin esperar el resultado.
Artículo escrito por: Sergio Lozano