Los periodos vacacionales largos como pueden ser las vacaciones de Navidad o de verano, suponen un punto de ruptura con nuestra rutina habitual. Normalmente este cambio supone unos días de adaptación, sin embargo a algunas personas este cambio les genera una adaptación costosa y de la que le cuesta recuperarse. De hecho, algunas personas pueden llegar a desarrollar un problema psicológico llamado síndrome postvacacional. En el artículo de hoy hablamos sobre por qué cuesta tanto empezar la rutina tras las vacaciones.
– Si quieres saber más sobre el síndrome postvacacional y las claves para evitarlo, puedes leer nuestro artículo sobre ello pinchando aquí
¿Por qué cuesta tanto empezar la rutina tras las vacaciones?
Los periodos vacacionales prolongados, como comentábamos al comienzo de este artículo pueden suponer un cambio drástico en la rutina del que no es sencillo recuperarse. Las causas de esta dificultad pueden ser distintas para cada persona, pero suelen establecerse algunas con más frecuencia. Una de las causas más habituales de por qué nos cuesta tanto empezar la rutina tras las vacaciones es por la ruptura radical que suponen las vacaciones de larga duración. En este tiempo dejamos de lado todas nuestras obligaciones y rutinas y volver a ponerse en marcha requiere un esfuerzo mayor.
Además de por la ruptura con nuestras obligaciones, las vacaciones también suponen en la mayoría de las ocasiones poner una distancia física con el trabajo y nuestra residencia habitual. Esto ocasiona que podamos desconectar y relajarnos en otro ambiente y olvidarnos de la ansiedad del día a día, pero también puede suponer una distancia de aquellas cosas que nos afectan negativamente. Por ello, al volver sentimos que decae nuestro estado de ánimo y tenemos menos ganas de hacer cosas.
Artículo escrito por: Sergio Lozano.