La naturaleza social del ser
humano y ciertos estilos de crianza hacen que sea frecuente experimentar el
temor al rechazo en cierto grado.
De hecho, este temor toma forma
bajo múltiples síntomas como es la necesidad de aprobación, miedo a la opinión
ajena, miedo a la crítica… En su grado más extremo da lugar a la fobia social.
El miedo al rechazo influye en el
modo en que te relacionas en distintos ámbitos, sometiéndote a una ansiedad
innecesaria e imponiendo límites a tus posibilidades.
¿En qué consiste el miedo al rechazo?
El temor al rechazo se define por la preocupación de que alguien significativo pueda desaprobarnos. Ya sean nuestros comportamientos, sentimientos, actitudes, intereses, forma de ser, etc.
Algunas de los comportamientos
característicos son:
- Mostrarse inhibido ante personas desconocidas.
- Evitar hablar o actuar delante de otros
- Pensar mucho lo que se va a decir antes de
participar en un grupo con el que no se tiene suficiente confianza - Revelar poca información personal a no ser que
se haya alcanzado mucha intimidad en una relación - Sentirse tenso o alerta cuando se manifiestan
opiniones o sentimientos ante la incertidumbre de si el otro lo aprobará o no - Tolerar mal las críticas y sentirse hundido,
triste o airado - Tras una interacción pensar o dar vueltas acerca
de lo que se ha dicho o se podía haber dicho en su lugar. Pensar en las
reacciones de los demás ante nuestra participación. - Preocupación por la valoración que puedan hacer
en el ámbito laboral de nuestro trabajo - …
¿Por qué surge y cómo se mantiene el miedo al rechazo?
En muchas ocasiones, el miedo al rechazo tiene su origen en el tipo de relaciones familiares. Padres muy críticos o exigentes, pueden favorecer la ansiedad de su hijo ante las interacciones sociales. Este primer aprendizaje se puede dar también en otros entornos donde uno tenga poca implicación. Cuando abundan frecuentemente las críticas poco constructivas y los juicios de valor o el enfado ante los errores, se termina generando una asociación entre situaciones de evaluación externa y ansiedad. Por otra parte, se favorece la expectativa de que los demás van a reaccionar de modo negativo ante nuestras actuaciones.
Sin embargo, el motivo por el
que se mantiene el miedo al rechazo es nuestra actuación en el presente.
Los pensamientos y comportamientos que se dan ante situaciones sociales en el
presente son sobre los que hay que intervenir. Ya sean emociones de malestar,
creencias negativas o comportamientos de evitación. Normalmente este tipo de
comportamientos están reforzados porque te permiten eliminar el malestar y
obtener cierta aprobación y reconocimiento social. Que, paradójicamente, tienen
el efecto de crearte mayor inseguridad a largo plazo.
¿Qué puedes hacer para superarlo?
Dale la vuelta a tus creencias
Puede que creas que “crítica es
igual a rechazo personal”, o que “hay que ser perfecto y no tener defectos para
ser querido”. Sin embargo, si lo piensas es muy posible que en muchas ocasiones
tú mismo critiques conductas de otros, y no por ello les rechazas de manera
global. Lo más seguro es que entre las personas que más aprecias haya un buen
número de aspectos que no te gustan y que consideras criticables. ¿Dejas por
ello de tenerles aprecio?, entonces ¿qué te hace pensar que los demás actuarían
de ese modo?
Revisa actitudes perfeccionistas
Las personas muy perfeccionistas
o exigentes consigo mismas se imponen metas muy altas también en términos de
relaciones sociales. Tomar como baremo de las relaciones sociales el grado de
aprobación social conseguido, y la creencia de que hay que conseguir siempre
los mejores resultados en todas y cada una de las áreas, fomenta el temor al
rechazo, pues este se relacionaría directamente con el logro personal.
– Si quieres saber más acerca del perfeccionismo, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
– Si quieres saber más acerca de cómo superar el perfeccionismo, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
Pon a prueba tus temores
Busca ejemplos en tu día a día en
que valores las reacciones de los demás cuando hay discrepancias. Esto es a lo
que los psicólogos llamamos “pruebas de realidad”. Puedes valorar las
reacciones de los demás hacia ti o hacia otros. En cualquiera de los dos casos,
es posible que aprecies que la gente no es tan crítica como esperas.
También puedes utilizar tus
recuerdos para encontrar ejemplos de ocasiones en que hiciste algo que no
cumplía con las expectativas de los demás y no sufriste rechazo. Seguramente
tengas varios de estos ejemplos.
Enriquece tu autoestima y aprende a hacer cosas sin depender de los demás
Cuanto más fuerte sea tu
autoestima menos te importará perder (hipotéticamente) el cariño o aprecio de
otros. Y es que uno de los temores que mantienen el miedo al rechazo es tener
miedo a estar solo o pensar que si se está solo se será desgraciado.
Arriésgate a hacer y decir cosas que sabes que no serán bien recibidas
Exponerte a ello te supondrá
inicialmente una cierta dosis de ansiedad, pero tan solo se trata de eso. Una
vez que pases “el mal trago” podrás comprobar por ti mismo lo liberado que te
sientes. Además, verás que la mayor parte de la gente sigue viéndote y
tratándote igual que antes.
En este artículo te damos algunas
ideas para que puedas empezar a ponerte en marcha y superar tu miedo. Sin
embargo, este es un proceso de cambio complejo.
Si crees que puedes necesitar ayuda para superar tu miedo, no dudes en contactarnos, en CIPSIA psicólogos somos expertos en tratar este tipo de problemas.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Maiana García