Con el año nuevo, comenzamos calendario y para algunas personas supone una oportunidad para hacer cambios en su vida. Estos cambios pueden materializarse en forma de objetivos de año nuevo, de nuevos hábitos o de cambios más drásticos en forma de decisiones personales. La cuestión es que es una época que puede servir para darnos cuenta de aspectos que no funcionan en nuestra vida. En el artículo de hoy hablaremos sobre la limpieza emocional.
Si quieres saber más sobre los objetivos de año nuevo, puedes leer nuestro artículo pinchando aquí
Limpieza emocional
Como decíamos al comienzo de este artículo, esta época puede significar un proceso de cambio en nuestra vida. Sin embargo, este cambio no tiene por qué incluir realizar una toma de decisiones sobre un aspecto concreto, empezar un hábito o emprender un nuevo proyecto personal. Este cambio puede versar sobre nuestra salud emocional, en la búsqueda de un mayor bienestar. Para ello, es importante que no sólo incorporemos aspectos positivos en nuestra vida sino que también nos deshagamos de aspectos negativos como la ansiedad.
Esta limpieza emocional por lo tanto tiene el objetivo de eliminar aquellos aspectos que lo único que nos reportan es emociones negativas o malestar. Algunos ejemplos pueden ser amistadas tóxicas, trabajos que nos estresan, etc. Para saber de qué debemos desprendernos hay una pregunta que nos puede ayudar ¿el balance de lo bueno que me aporta es menor que lo malo que me aporta? Si la respuesta es positiva, si lo malo supera a lo bueno, entonces es un claro indicativo de que no funciona. A pesar de ello, habrá aspectos que nos resulten difíciles de decir adiós. Es normal y no es necesario que demos un paso si no nos sentimos preparados, pero lo importante es saber en qué dirección debemos ir y pedir ayuda si es necesario.
Artículo escrito por CIPSIA Psicólogos Madrid: Sara Catalán