¿Cómo acompañar a las personas…?

Seguro que, si te paras a pensar, más de una vez te has encontrado en una situación, en la cual no has sabido como actuar. Ya sea, un amigo llorar, una pareja enfadada, un padre apático…

¿Qué solemos hacer?

En las situaciones descritas anteriormente, y seguro que muchas más, es habitual que la persona testigo de las mismas, intente ayudar, pero no de la manera adecuada.

Muchas veces intentamos apoyar y animar a las personas con mensajes como:

  • ¡Venga anímate!
  • No es para tanto, tu puedes con ello.
  • No estes tristes.
  • Piensa que, a otras personas, les suceden cosas peores.
  • Podía haber sido peor.

Todos esos mensajes, con una intención de querer ayudar a la persona que sufre ese estado emocional o sentimientos desagradables, rara vez resultan eficaces.

Esto, suele pasar como una herramienta inconsciente de la persona acompañante, para aliviar sus sensaciones de estrés o incluso agobio de no saber como ayudar. O bien, y como es habitual de un desconocimiento de saber acompañar. Incluso, una inseguridad bajo la idea por ejemplo de: “si no hago nada… va a pensar que no le quiere o no se ayudarle”.

¿Entonces…? ¿Qué hacemos?

Acompañar, aunque parezca algo sencillo y simple, resulta complicado. Ya que, tendremos que dejar a un lado nuestro agobio o ansiedad, y centrarnos en la persona que sufre dichas emociones.

Os proponemos una serie de mensajes o formas de acompañar a personas que estén pasando de manera puntual o temporal por situaciones difíciles.

  • Dejar espacio y tiempo a la persona.
  • No caer en comparaciones.
  • Preguntar si necesita algo.
  • Recordarle que puede contar con nosotros, cuando lo necesite o quiera.
  • Mostrarnos accesibles y disponibles.
  • Mantenernos en silencio.
  • Validar sus emociones, y no quitarles importancia.

Todo esto provocará que la persona sienta que puede contar con la ayuda de la otra persona. Cuando así lo quiera, sin tener que cargar con la sensación, de tener que devolverle al acompañante, esa ayuda ofrecida.

Esto ocasionará que, la persona que acompaña, se sienta importante y de ayuda para la otra persona, cuando esta demande ese apoyo.