Trastorno limite de la personalidad (TLP)

El trastorno limite de la personalidad es, probablemente, el más diagnosticado y el más común de todos los trastornos de la personalidad que atiende un equipo de psicologos. Este representa un 2-3% de la población general, un 25% de todos los pacientes hospitalizados y  un 15 % de los pacientes con tratamiento ambulatorio.

El trastorno limite de la personalidad , se trata de un trastorno que tiene una elevada comorbilidad, es decir, que se suele presentar conjuntamente con otros trastornos, tanto con trastornos psicopatológicos como con trastornos de la personalidad que necesitan ayuda psicológica.

Un 75% de las personas afectadas son mujeres, así pues se da en mayor frecuencia en mujeres que en hombres. Este trastorno suele debutar a una edad de entre 18 y 25 años.

El trastorno limite de la personalidad presenta un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizadas por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación. De este modo estas personas tienden a idealizar las relaciones interpersonales que les resultan gratificantes y a menospreciar las que no. Presentan un pensamiento dicotómico y evalúan a las personas y situaciones en términos de blanco o negro.

Estas personas, afectadas por el trastorno limite de la personalidad, suelen necesitar ayuda psicológica, ya que sus esfuerzos frenéticos por evitar un abandono real o imaginario de las personas de su alrededor, les interfiere constantemente en sus relaciones interpersonales. Manifiestan un miedo irracional a ser abandonados y esto les puede llevar a actuar de manera desproporcionada.

Muchos psicólogos asumen que estos pacientes tienen unos sentimientos crónicos de vacío, que les ayuda a discriminar este trastorno de una depresión y a vincularlo a posibles carencias afectivas durante el desarrollo. Esta sensación de vacío suele ser visceral y se suele notar en el abdomen o el pecho.

Los afectados por el trastorno limite de la personalidad presentan inestabilidad afectiva, y como consecuencia manifiestan cambios bruscos desde un estado de ánimo normal hasta la depresión, manifestando tristeza, irritabilidad o ansiedad en cuestión de días e incluso horas. Algunos autores como Linehan sugieren que son precisamente estas emociones tan intensas las que provocan los problemas conductuales típicos del trastorno limite de la personalidad.

Otra de las expresiones típicas del trastorno limite de la personalidad es la ira inapropiada y la falta de control de la misma, lo que causa unas conductas agresivas y muchos problemas añadidos. A esta ira desproporcionada se le añade una gran impulsividad en determinadas áreas como por ejemplo el sexo, las drogas, atracones de comida, conducción temeraria, etc.

Uno de los síntomas cognitivos, dentro del trastorno limite de la personalidad, más frecuentes en estas personas es la alteración de la identidad. Dentro de esta se puede alterar la autoimagen, la elección de los objetivos o estudios, el tipo de amistades, y el sistema de valores hasta el punto en que crean no tener identidad. Además los trastorno limite de la personalidad pueden presentar una cierta ideación paranoide transitoria asociada a situaciones estresantes.

Si este trastorno no se detecta de manera precoz y no se facilita una ayuda psicológica suele complicarse y producir comportamientos o amenazas suicidas recurrentes. En personas con estas tendencias se recomienda acudir a un equipo de psicólogos para poder recibir ayuda psicológica lo más tempranamente posible.

Artículo escrito por Psicologos Madrid Cipsia Psicólogos: Anna Cadafalch