Síndrome de abstinencia

Síndrome de abstinencia

El síndrome de abstinencia es la unión de reacciones físicas o corporales que ocurren cuando una persona deja de consumir sustancias a las que es adicta. La adicción puede estar ligada a alguna sustancia psicoactiva, bebidas con etanol, comida, tabaco u otras drogas.

síndrome de abstinencia

Las sustancias adictivas poseen compuestos semejantes a los neurotransmisores encargados de desencadenar la actividad de los centros cerebrales de recompensa, placer o satisfacción, los cuales permiten la expresión de emociones como entusiasmo, alegría y serenidad.

El uso frecuente de drogas, tabaco o alcohol exige cantidades cada vez mayores para lograr el mismo efecto; a este hecho se le llama tolerancia. El consumidor pierde la capacidad de experimentar gozo y tranquilidad de manera natural, y crea una dependencia o consumo compulsivo para evitar malestares como ansiedad, nerviosismo, alucinaciones, sudoración, temblores, escalofríos, dificultad para dormir, vómito y otros que, en conjunto, forman el síndrome de abstinencia.

Es importante mencionar que cada sustancia actúa de forma particular en el cerebro y que no todas generan dependencia física ni síndrome de abstinencia. Para explicarlo mejor, podemos recurrir a una clasificación general de dichos químicos en tres grupos:

-Depresores: Dosis pequeñas generan euforia, pero cuando son altas relajan la actividad del sistema nervioso, produciendo aturdimiento y letargo, incluso la muerte. Los más conocidos en esta clasificación son el  alcohol, las benzodiacepinas, los fármacos calmantes y los adhesivos.

-Estimulantes: Incrementan la actividad del sistema nervioso central. Suelen generar mejoría del estado de ánimo, sensación de felicidad, aparente aumento de la capacidad mental y física, falta de sueño y apetito, así como mayor actividad en general. Este grupo incluye anfetaminas, MDMA, fenciclidina o polvo de ángel, cocaína, nicotina, y cafeína.

-Alucinógenos o psicodélicos: Producen la impresión de percibir imágenes o sonidos que no pueden captarse ordinariamente con los sentidos. En esta categoría encontramos sustancias como dietilamida del ácido lisérgico o LSD, mescalina y psilocibina.

Los síntomas más frecuentes del síndrome de abstinencia varían en función de la sustancia consumida. De esta forma las principales características del síndrome de abstinencia dependiendo de la sustancia son:

Abstinencia de alcohol: comienza de 12 a 24 horas después de haber dejado de beber, y sus síntomas son: temblor, debilidad, escalofríos, cefaleas, deshidratación y náuseas. También es común el deseo de volver a ingerir esta sustancia.

En grandes bebedores, además de lo anterior, puede producirse el llamado delírium tremens, que ocurre entre 2 y 10 días después de dejar de ingerir alcohol y que puede ser mortal. El paciente se muestra ansioso, desorientado, con pesadillas, sudoración excesiva, alteraciones en el tacto y depresión profunda; en ocasiones el pulso se acelera, hay fiebre, convulsiones (epilepsia alcohólica) y alucinaciones. También parece que el suelo se mueve, la cama gira o las paredes caen.

Si hay deficiencia de vitaminas llega a presentarse, después del delirium tremens, el síndrome de Korsakoff, en el que se pierde la memoria de acontecimientos recientes.

Abstinencia de nicotina: deseo irrefrenable de fumar, tensión, irritabilidad, dolor de cabeza, dificultad para concentrarse, somnolencia o insomnio y aumento del apetito y de peso.

Abstinencia de narcóticos: respiración agitada acompañada de bostezos, lagrimeo, flujo nasal y sudoración; luego se presentan hiperactividad, sentido de alerta exacerbado, incremento del ritmo cardíaco, piloerección («piel de gallina») y fiebre. Otras manifestaciones son pupilas dilatadas, temblores, escalofríos, dolor muscular, inapetencia, dolor abdominal y diarrea.

Abstinencia de ansiolíticos e hipnóticos:  aparecen síntomas como debilidad, malestar general, depresión, temblores, deshidratación, delirio, insomnio y alucinaciones.

Abstinencia de anfetaminas: se generan cansancio y somnolencia extremos, si bien algunas personas se muestran intensamente ansiosas e inquietas. También experimentan delirios y alucinaciones.

Abstinencia de cocaína: las reacciones de abstinencia incluyen cansancio extremo, depresión y ansia de suicidio; en ocasiones hay alucinaciones.

Abstinencia de polvo de ángel o fenciclidina: Su abstinencia genera depresión, ansia de consumir drogas, fatiga, dificultades para dormir o dormir mucho, aumento del apetito y de peso, movimientos lentos o súbitos y sueños vívidos desagradables. El carácter suele volverse violento y suicida.

A este síndrome le acompañan frecuentemente otros menos conocidos. Estos son:

-Síndrome de abstinencia tardío: caracterizado por un conjunto de alteraciones del sistema nervioso asociado con problemas de salud física y psicológica. El Síndrome de Abstinencia Tardío interfiere de forma significativa en la vida del paciente además de aumentar la probabilidad de recaía.

-Síndrome de abstinencia condicionado (o psicológico): los síntomas del Síndrome de Abstinencia  Agudo reaparecen cuando la persona se encuentra en situaciones en donde habitualmente consumía la sustancia. En este síndrome ha habido un proceso de aprendizaje en el que se asocian determinados estímulos a la conducta de consumir.

El tratamiento para las adicciones puede incluir terapia de conducta (como terapia individual o de grupo), terapia cognitiva, tratamiento farmacológico, o una combinación de varias. La terapia de rehabilitación contra las adicciones tiene entre sus principales objetivos ayudar a superar el síndrome de abstinencia.

Artículo escrito por Psicologo Ventas Cipsia Psicólogos: Rocío Moraleda

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